El ejército de los cacahuetes

La gestión de los riesgos es uno de los procesos más importantes en la gestión de proyectos. Si bien tradicionalmente nos referimos a riesgos sólo en aquellos casos en que se producen eventos que pueden producir un impacto negativo sobre nuestro proyecto, los riesgos son aquellos eventos o condiciones inciertas que si se materializan, tienen un efecto positivo o negativo sobre el proyecto. En consecuencia, la gestión de riesgos consiste en aumentar la probabilidad e impacto de los efectos positivos y disminuir la probabilidad e impacto de los efectos negativos.

Uno de los ejemplos más claros de cómo no deben gestionarse los riesgos es el proyecto del "Ejército de los Cacahuetes"

Año 1946. El Sr. Frank Samuel, de la United Africa Company, propuso cultivar cacahuetes en las colonias británicas para producir aceite vegetal. Recién finalizada la II Guerra Mundial, el aceite escaseaba en Gran Bretaña y no le costó mucho vender la idea del proyecto a sus contactos del Gobierno Británico.

En Abril del mismo año el Sr. John Wakefield, ex Director de Agricultura de lo que ahora es Tanzania, viendo en la propuesta de Frank una oportunidad de resolver los problemas económicos de las colonias británicas, fue designado responsable de evaluar las zonas más adecuadas. Tras tres meses de estudios, el Ministro John Strachey aprobó invertir 25 millones de Libras para cultivar 150.000 acres durante 6 años en Kenia, Tanzania y Rodesia.

La persona escogida para liderar el proyecto fue Leslie Plummer, sin experiencia en este ámbito, y el general Desmond Harrison fue designado responsable del despliegue. Se pensó que después del triunfo militar contra Alemania, la operación podría llevarse a cabo en un abrir y cerrar de ojos con férrea disciplina militar, reclutando a 100.000 ex-soldados para llevar a cabo la misión.

Las primeras dificultades no tardaron en aparecer. Se necesitaban máquinas adecuadas para preparar el terreno, así que las compraron a EE.UU y Canadá, y también adquirieron excedentes del ejército de Filipinas. Para llegar hasta la zona escogida para el cultivo, tenían que transportarlas desde el puerto de Dar es Salaam vía ferrocarril. Lamentablemente, una inundación del río Kinyansungwe imposibilitó el transporte por las vías del tren, así que los tractores tuvieron que conducirse por caminos de tierra, bordeando el río Ruvu y enfrentándose con la fauna local (cocodrilos, leones...). Las máquinas tenían que llegar a la zona de cultivo en Febrero de 1947 y 2 meses más tarde sólo habían llegado 16, de los modelos menos adecuados para preparar el terreno, porque tampoco se pensó en las características de la maleza local, como el bambú y los baobabs gigantes.

A finales de 1947, casi un 66% de las máquinas y tractores importados ya no podían utilizarse. El bambú y los baobabs gigantes dificultaban enormemente la preparación del terreno. Algunos baobabs se utilizaban como cárcel o lugar de culto y no podían eliminarse. Otros contenían abejas en sus troncos huecos y numerosos ex-soldados tuvieron que ser hospitalizados. Se pensó en capacitar a trabajadores locales para el trabajo, pero su falta de experiencia contribuyó a destruir más rápidamente la maquinaria. Además, el Ministerio envío a dos representantes para ayudarles a constituir su propio sindicato y vaya si lo hicieron: huelga en apoyo de los trabajadores del puerto y exigencia de mejores sueldos y comida, con el consecuente aumento de la inflación local y del precio de los alimentos de la zona.

Analizada la situación, se trató de acelerar el proceso de preparación del terreno enlazando cadenas de ancla de barco entre dos máquinas que avanzaban en paralelo y una tercera que empujaba los árboles más resistentes. Con este sistema se podían preparar unas 40 acres diarias, sin embargo los primeros pedidos de material fueron cancelados porque los administradores no comprendían para qué se necesitaban cadenas de ancla de barco en este proyecto. Además, para sembrar no era suficiente con allanar el terreno, era necesario cortar las raíces y no había maquinaria adecuada para ello.

Por otra parte, pese a que el Sr. Wakefield había recomendado analizar el terreno antes de desplazarse, durante los dos primeros años no se realizó ningún estudio. Sólo cuando llegaron analizaron el terreno y los poblados tuvieron que construirse con prefabricados. No había fuentes de agua cercanas, así que el agua también tuvo que transportarse y almacenarse en piscinas de hormigón, que los habitantes locales aprovecharon para bañarse con las protestas de los ex-soldados.

Cuando consiguieron plantar los primeros cacahuetes, las lluvias torrenciales e inundaciones inutilizaron los almacenes. El calor abrasador posterior a las lluvias, convirtió la arcilla y el barro en una dura superficie que imposibilitaba el cultivo y aumentó el número de escorpiones. Durante esta etapa, el general Desmond Harrison enfermó por anemia y tuvo numerosas crisis nerviosas, por lo que fue licenciado.

El objetivo inicial de 150.000 acres anual se redujo paulatinamente hasta 50.000 acres, aunque no se consiguió preparar el terreno en las condiciones más adecuadas, y en los dos primeros años sólo se cosecharon 2.000 toneladas de cacahuetes frente a 4.000 toneladas de semillas adquiridas para siembra.

En un intento desesperado de salvar el proyecto se plantaron girasoles, más adecuados para el terreno existente, pero se perdió la cosecha en una terrible sequía.

En 1951 se canceló el proyecto. Se habían invertido 49 millones de libras y apenas se incrementó la producción de aceite vegetal del país. Tampoco se resolvieron los problemas económicos de la región escogida para el cultivo.

Y tú, ¿gestionas los riesgos de tus proyectos?

PD: Se comenta que todavía pueden encontrarse tractores abandonados en la región. Los trabajadores cobraban por horas, que se determinaban en base a un temporizador conectado en el motor del tractor. Los trabajadores se alejaban hasta zonas remotas en las que no podían ser vistos, dejaban el tractor en marcha, y se iban a los poblados más cercanos a beber, siendo incapaces después de encontrar la máquina.

Fuentes:


The Groundnut affair (Alan Wood)
The Tanganyikan Groundnut Scheme


Siguiente
« Anterior
COMENTARIOS EN GOOGLE+
COMENTARIOS EN BLOGGER
Gracias por su comentario!

También le puede interesar